En una finca de casi mil hectáreas, entre Huelva y Sevilla, muy próxima a Jabugo, la cuna del jamón ibérico. En una dehesa con quince mil encinas, alcornoques centenarios, madroños y acebuches, criamos con esmero cerdos de pura raza ibérica en libertad en el campo. Con un proceso de cría certificado que alcanza la excelencia y es reconocido, por ello, con el precinto negro. En este espacio único y con la máxima calidad certificada, criamos a tu cerdo.

Nuestros cerdos son bastante especiales en toda su trayectoria vital.

Son 100 por cien raza ibérica pura, (con padre y madre 100% ibéricos inscritos en el libro genealógico), certificados por la Junta de Andalucía a través de las certificadoras homologadas e inscritos en la lista de ASICI  (Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico), desde donde se vigila el proceso de pureza y raza. 

Aproximadamente a los 45 días de su nacimiento y una vez que han abandonado la lactancia materna, llegan a nuestra finca donde, después de 15 días de aclimatación y control veterinario, son puestos en total libertad en una enorme dehesa donde la abundancia de comida natural es enorme.

Son cerdos felices. Cada día ellos vuelven de motu propio a dormir a las casetas preparadas en una zona de la finca para protegerse del frio (poco) o del calor, o de los eventuales ataques de animales salvajes. Como veis el proceso es totalmente natural, sin más intervención del hombre que la estrictamente necesaria para que se garantice la supervivencia de la cabaña de porcino.

Se alimentan de campo y como buenos omnívoros se mantienen a base de frutas, insectos, hongos, raíces, gusanos… y por supuesto, bellotas. Sólo les damos pienso ecológico los meses duros de Andalucía (de finales de junio a primeros de septiembre) en función de esas primeras lluvias que actualmente se están retasando más de lo deseable.

A partir de ese momento empieza el periodo de montanera y únicamente se alimentan de la abundantísima bellota hasta la primera semana de enero, cuando son sacrificados en un matadero. En estos últimos meses de bellota engordan más del 25% del peso total.

Nosotros mismos vigilamos y controlamos todo el proceso, porque consideramos fundamental el respeto por los animales en la forma en que se crían, la matanza respetuosa con el procedimiento menos cruento y la preparación tradicional de los productos siguiendo las técnicas y procedimientos artesanales que se mantienen desde hace siglos.

Cría tu cerdo con nosotros

En una finca de casi mil hectáreas, entre Huelva y Sevilla, muy próxima a Jabugo, la cuna del jamón ibérico. En una dehesa con quince mil encinas, alcornoques centenarios, madroños y acebuches, criamos con esmero cerdos de pura raza ibérica en libertad en el campo. Con un proceso de cría certificado que alcanza la excelencia y es reconocido, por ello, con el precinto negro. En este espacio único y con la máxima calidad certificada, criamos a tu cerdo.

Nuestros cerdos son bastante especiales en toda su trayectoria vital.

Son 100 por cien raza ibérica pura, (con padre y madre 100% ibéricos inscritos en el libro genealógico), certificados por la Junta de Andalucía a través de las certificadoras homologadas e inscritos en la lista de ASICI  (Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico), desde donde se vigila el proceso de pureza y raza. 

Aproximadamente a los 45 días de su nacimiento y una vez que han abandonado la lactancia materna, llegan a nuestra finca donde, después de 15 días de aclimatación y control veterinario, son puestos en total libertad en una enorme dehesa donde la abundancia de comida natural es enorme.

Son cerdos felices. Cada día ellos vuelven de motu propio a dormir a las casetas preparadas en una zona de la finca para protegerse del frio (poco) o del calor, o de los eventuales ataques de animales salvajes. Como veis el proceso es totalmente natural, sin más intervención del hombre que la estrictamente necesaria para que se garantice la supervivencia de la cabaña de porcino.

Se alimentan de campo y como buenos omnívoros se mantienen a base de frutas, insectos, hongos, raíces, gusanos… y por supuesto, bellotas. Sólo les damos pienso ecológico los meses duros de Andalucía (de finales de junio a primeros de septiembre) en función de esas primeras lluvias que actualmente se están retasando más de lo deseable.

A partir de ese momento empieza el periodo de montanera y únicamente se alimentan de la abundantísima bellota hasta la primera semana de enero, cuando son sacrificados en un matadero. En estos últimos meses de bellota engordan más del 25% del peso total.

Nosotros mismos vigilamos y controlamos todo el proceso, porque consideramos fundamental el respeto por los animales en la forma en que se crían, la matanza respetuosa con el procedimiento menos cruento y la preparación tradicional de los productos siguiendo las técnicas y procedimientos artesanales que se mantienen desde hace siglos.

El precinto negro,
símbolo de calidad

Para obtener el precinto más deseado y exclusivo en los porcinos, hay que cumplir, durante toda la vida de los cerdos, con unos criterios de excelencia; en la raza, los rangos de edad y peso, la cría en libertad en el campo, la alimentación y las revisiones veterinarias.

Todo el proceso está certificado, en cada uno de sus pasos, por Araporcei, certificadora homologada por la Junta de Andalucía.

El precinto negro, símbolo de calidad

Para obtener el precinto más deseado y exclusivo en los porcinos, hay que cumplir, durante toda la vida de los cerdos, con unos criterios de excelencia; en la raza, los rangos de edad y peso, la cría en libertad en el campo, la alimentación y las revisiones veterinarias.

Todo el proceso está certificado, en cada uno de sus pasos, por Araporcei, certificadora homologada por la Junta de Andalucía.

La auténtica raza ibérica garantiza la calidad del producto, pero también es fundamental el respeto por los animales. La forma en que se crían, la matanza respetuosa y la preparación tradicional de los productos siguiendo las técnicas y procedimientos artesanales que se mantienen desde hace siglos.

Puedes convertirte en criador, formando parte de esta gran tradición y disfrutar de los deliciosos productos que ofrece esta noble raza.

Raza pura,
respeto y
tradición

La auténtica raza ibérica garantiza la calidad del producto, pero también es fundamental el respeto por los animales. La forma en que se crían, la matanza respetuosa y la preparación tradicional de los productos siguiendo las técnicas y procedimientos artesanales que se mantienen desde hace siglos.

Puedes convertirte en criador, formando parte de esta gran tradición y disfrutar de los deliciosos productos que ofrece esta noble raza.

Raza pura, respeto y tradición